[1] SEGUNDO ENCUENTRO ENTRE LA DUEÑA Y LAS MONJAS
Mientras
el Capitán escarba su pipa cavando hollín, las religiosas van y vienen
repasando en un eucologio -la cubierta es de nácar, las incrustaciones con
iniciales góticas, de oro- el prontuario del mal, desde Satanás para abajo.
Sube a cubierta buscando aire fresco la Ama,
mareada y apoyándose en el chef rechoncho que los marineros juzgan monflórito.
-¡Ave María Purísima! - se cruzan la priora y su
acólita.
-Sin pecado concebida –dice la Ama.
Hablando para nadie, haciendo oídas tremolando la
voz como quien canta antífonas de madrugada, la Reverenda Madre Asunta difama:
-La Providencia sapientísima hizo del barro a la
hembra para compañía del macho. Macho con macho é cosa de incontrito. Que tóo
tiene un lugar en el regazo del Señó, meno la lujuria contra natura.
-Para eso está el Infierno: pa purificá la roña de
las creaturas -sor Higinia.
ALEBOVINO, 2012
San Jerónmo sacando la espina de la pata del león en la cueva de Belén.
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