lunes, 30 de abril de 2012

LOS VIAJES INTERIORES DE LAS MONJAS GADITANAS


LA TRAVESÍA DE LA DUEÑA,
SOR HIGINIA Y LA REVERENDÍSIMA MADRE ASUNTA DESDE CÁDIZ AL PLATA, 1874.




En la popa, sobre el codaste, la rosa náutica cuyo Norte es una astilla tallada. Como quien acaricia, arrecia un vientecillo desde estribor flagelando cangrejas, sobrejuanetes y pericos que en sus perchas se sacuden. Dos monjas oblatas gaditanas -hábito talar de un negro ufano- conversan con la preñada, entre reconvenciones y jaculatorias que las asaltan como hipos. Sor Higinia y la Reverendísima Madre Asunta: flácidas, las cofias flamean a babor. A sotavento, las sotanas suenan a ropa tendida.
Tensas, las drizas donde se enredan los rosarios que a cada paso del faldón pendulan a diestra y siniestra, esquivando las salpicaduras del mar. Agachados, asando merluzas en el tablado del castillo, dos gavieros espían bajo sus boinas, como gatos rubios.
-¿Vais de visita, hermanas?
-Que no. Que hemos venío por Gracia de Dió y de María Santísima encomendadas por Su Ilustrísima, el Arzobispo Manuel Aleandro de Bovinno  y las Conchas, para fundar una casa. Kyrie éleison.
-¿Pero es que viajáis solas, acaso?
-Ora pro nobis, solas no. Con Dió me acuesto /con Dió me levanto /con María Santísima /y el Espíritu Santo.
-Amén -a coro, las oblatas.
-¿Vais a fundar alguna colegiata?
-Que no, que somos de la Congregación del Santísimo Redentor -la Profesa sin profesión.
-Que tenemos la santa misión de redimir meretrices, que más valen fregando en un convento que ensuciando su alma en lupanares. In nómini Patri...
-También se puede perder el alma en la catedral...
-¡Agnus Dei, qui tollis peccata mundi! Su Ilustrísima, que de estas cuestione sabe má que usté, dice que en el burdel se pierde más rápido y seguro -la Reverenda Madre, persignándose.
-Que pa ser ramera/ y no cobrar náa /más vale ser honráa -la postulanta, triplicando la señal de la cruz.
-Se salva más tarde la carne que su sombra -sor Asunta, sentenciando el asunto.
-Quel fuego de la mala pasión y las llamas del Armagedón, una y la misma cosa son, -la hermana Higinia.
Bisojo, atezado el cuero por la sal y el sol, un grumete de la brigada de proa, asiéndose a las jarcias, se hinca de hinojos.

ALEBOVINO



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