MAL RATO PARA RATO:
EMPIEZA EL
SANTO OFICIO FINANCIERO
DE LA
EUROZONA / BOSÓN Y MASA
No sin alegría Europa amaneció
este miércoles con la euforia de un anuncio que aunque pocos entienden, intuyen
que cambiará el rumbo de las ciencias: el hallazgo de lo que parece ser el
rastro más confiable para certificar la existencia del “bosón de Higgs” la
partícula infinitesimal que confiere masa a la materia (a su cuerpo, a la
vereda, al auto que lo atropella con la contundencia de un traumatismo y sin
embargo, hasta la fecha, la física cuántica asegura que no tiene masa ni peso…)
este enigmático elemento sub-sub atómico está siendo rastreado hace más de 40
años y hoy, al fin, los científicos del CERN (Centro Europeo de Investigaciones
Atómicas) después de analizar miles de colisiones en el acelerador de
partículas (la máquina de Dios..) hallaron las pistas más firmes hasta la fecha
para aseverar que existe “algo” más que quarks y fotones que explica la masa de
la materia. Que sea o no el teórico bosón de Higgs, se verá más tarde, pero
desde hoy puede usted resbalar y caer tranquilo: si se golpea, ya sabemos que
tiene masa y ese “algo” es su soporte.
Este descubrimiento es, sin duda,
crucial para el futuro desarrollo de la física de la materia, a fin de cuentas,
¿qué no es materia?, a pesar de lo que opinan los orientalistas jurando que
todo es ilusión.
¿Recuerdan que hace poco menos de
una semana les comenté que por un acuerdo firmado en la última cumbre de
Bruselas, desde ese cónclave los salvatajes bancarios ya no pesarán sobre los
países sino que será un compromiso global de la Unión Europea
La justicia de España dio un gran
paso como señal de anuencia a estas medidas: el exdirector del FMI, don Rodrigo
Rato (aunque usted no lo crea, jeí Ripley…) acaba de ser imputado por la Audiencia Nacional
de España de los delitos de falsedad ideológica, estafa pública y apropiación
indebida –entro otros cargos- (Uy, Dominguito Cavallo, cómo te recuerdo,
querido…) con otros ex directivos de Bankia, el mayor grupo financiero que
descarriló recientemente y tuvo que ser “salvado” por el gobierno para evitar
que arrastrara detrás a todo el sistema financiero español, ya de suyo en
dificultades.
En una clara señal para el futuro,
la Audiencia
está señalando que con tantos peces gordos de guantes blancos en capilla para
el juicio que se aviene, la impunidad para la corrupción puede terminar en amargas
desventuras para los intrépidos. Rato tiene causas para rato, hay al menos seis
serios delitos que se le imputan, todos con penas carcelarias si se demostrare
su responsabilidad; pero no está solo: está bien acompañado por 33 directivos
de Bankia, funcionarios tanto del PP como del PSOE, lo que demuestra a claras
que los delincuentes no tienen partidos ni banderas a la hora de rapiñar el
dinero público.
¿Quién promovió la investigación
que terminó en esta demanda? Un pequeño partido llamado Unión, Progreso y
Democracia a quien el juez de instrucción de la Audiencia , Fernando
Andreu, le dio entrada como causa.
Bankia ganó terreno desde su
creación en 2011 cuando se fusionaron Bancaja y Caja de Madrid, dos gigantes
del mundo financiero español, a quienes se unieron bancos de Canarias, Rioja,
Segovia y Vila. Poco después nombraron director general CEO al exdirector del
FMI y exministro de Economía durante el gobierno derechista de Aznar, el
inefable Rodrigo Rato. Como dice el tango, de ahí en más la gigantesca Bankia
empezó “cuesta abajo en la rodada” hasta anunciar la quiebra en mayo pasado. El
gobierno de Rajoy consiguió el rescate hipotecando buena parte del futuro de la
economía española. Ahora solamente resta esperar el juicio y escuchar, si se
demuestran las sospechas, de una buena vez
una sentencia para los señores ladrones de guantes blancos.
En Europa ven con cierto optimismo
el desenlace de este cuento de Alí Babá y los 33 ladrones. En su momento se
aplaudió cuando Islandia metió en la cárcel a todos los banqueros que habían
producido un crak en la pacífica economía insular. Vuelvo a reiterar: la Comunidad Europeala UNASUR. Estar
ALEBOVINO, FLORENCIA, JULIO 2012.
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