ATENAS SUCUMBE /
EN TERAPIA /
CATALINA DE ZENTNER SIGUE TEJIENDO PALABRAS /
Pido perdón de antemano al ávido lector, a
la ínclita lectora de estos párrafos por mezclar continuamente un tema con otro
en mis notas: deseo que sean como las conversaciones normales en las que
pasamos de una cosa a otra sin problemas semánticos.
Como todos sabrán Europa está que arde.
Pero si la situación financiera de Europa está en el sanatorio, Grecia está en
la UTI al borde del temido default (técnicamente, quiebra de una empresa con el
remate de sus bienes). Hace diez años Grecia entró en la Eurozona adoptando el
Euro como moneda. Chau ajustes monetarios, chau libertad para fijar tasas de
créditos, chau a la autonomía financiera.
Hace casi 40 años dos partidos
alternan en el poder: El Pasok, de tendencia socialista tan moderada que parece
de derecha y la Nueva Democracia, de vieja estirpe derechista. En esta
convulsión de la crisis surgió un nuevo partido de izquierda, la Syriza, y el
envión viene con una camada de gente joven que empuja la candidatura de Alexis
Tsipras. El joven político repudia todas las medidas que viene imponiendo la
santísima trinidad económica del FMI (cuándo no) el BCE (Banco Central
Europeo) y la UE (Unión Europea).
No necesito volver a repetir cuál es la fórmula
mágica del omnisciente Fondo Monetario Internacional: no cambiaron una coma ni
un acento desde la década de los ’70 y ahora la francesa Christine Lagarde como
presidenta del Santo Oficio financiero parece reforzar aquellas medidas
restrictivas de podas brutales en los sectores más sensibles de las sociedades
emergentes: salud y educación, siempre las primeras víctimas del pelotón de
fusilamiento fiscal.
Grecia está volviendo los ojos a las salidas de países que
entraron en colapso y hoy exhiben salud financiera siguiendo sus propias
recetas y rehusando las medidas coercitivas del FMI: especialmente Islandia y
Argentina. En lugar de salvar bancos, Islandia metió en la cárcel a los
gerentes de bancos especuladores. En el frío iglú de una celda, ahora estarán
meditando sus acciones y esto sirve de escarmiento a futuras avivadas
económicas.
El 17 de junio se renovará el parlamento
de Grecia y en esa ocasión las cifras dirán qué rumbo prefieren tomar los
ciudadanos de la democracia más antigua de Occidente: si seguir dentro de la
Eurozona ajustándose al rescate que cada día parece pesar más; o salirse del
euro y reasumir su propia economía a la que espera tiempos de dura
reconstrucción.
Quienes viven allá describen las situaciones cotidianas como
algo muy similar a nuestro 2001: incertidumbre, angustia, inseguridad de lo que
será el mañana, y una carga como de culpa por algo que los ciudadanos no
hicieron pero la clase política y el mercado financiero les endilgan: un feroz
endeudamiento.
****
Por fortuna la TV pública puede generar
proyectos como “En terapia” donde Diego Peretti y Norma Aleandro como cabezas
de compañía nos muestran por dentro cómo funcionan los verdaderos tratamientos
en salud mental, fuera de las payasadas de Claudio Domínguez y su maestro Amor.
La gente del día a día puede ver que el trabajo terapéutico se encauza por
otros carriles donde el facilismo del “hay
que amar, todos podemos ser exitosos” y otras fruslerías quedan
relegadas al margen de las terapias de pastores de Plaza Once.
***
Catalina de Zentner sigue trabajando
activamente, recientemente ha participado de dos antologías, una de ellas,
“Abrazos de náufrago” de Editorial Corona del Sur tiene dos excelentes trabajos
de Catalina en prosa poética. Catalina sabe tejer con hilo fino esas cuestiones
que parecen cotidianas porque suceden en ámbitos de la intimidad pero que
invaden todo el círculo humano en el que nos reconocemos como criaturas
frágiles, al borde del abismo de la muerte. Eso nos dice Catalina en su
“Encenderé una vela” de esta antología.
Alebovino, mayo 2012
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