lunes, 25 de julio de 2011

Il mondo della Luna, ópera de Haydn en Buenos Aires













Il mondo della Luna" de Haydn 


en el Teatro Avenida, julio 2011

"Il mondo della Luna" está hecho de tramposos. Pero vistas las cosas del revés, de la Luna hacia la Tierra, se observa un disparate... 
Esta podría ser la síntesis o moraleja (si la hubiera) de esta tan brillante como desconocida ópera, para los repertorios de los teatros líricos habituales.
Basada en una comedia de Carlo Goldoni, la música de Joseph Haydn supo imprimir esa ambientación que transita con suavidad por el campo de las emociones de la mano del sonido, como sabe hacer la guía de la música, sin rehusar momentos de intensa claridad que alternan con las turbideces que eclipsan el alma humana. Haydn recarga sobre Ecclitico, el astrónomo impostor, las triquiñuelas y malabarismos propios de la gente que hace del fraude y la estafa, un modo de vida. En sus manos cae el ricachón Bonafede que además tiene dos hijas y una criada, a cual más indócil y regañonas. El astrónomo y sus secuaces hacen creer a Bonafede que por medio de un telescopio extraordinario podrá espiar la Luna, sus paisajes y hasta meterse en la intimidad de sus habitantes como un fisgón cualquiera. 

Cada vez que el ingenuo Bonafede entra en la cabina, los ayudantes le proyectan imágenes cinematográficas de pícaros señores besando o dando palmadas en las nalgas a señoritas nonc-sanctas. Todos vemos esas imágenes casi procaces y nos reímos de la ingenuidad del rico señor que las compra como si fuesen obeliscos.

Esta es la base del libreto de "Il mondo della Luna", una comedia en la que no falta la sirvienta sargenta, las hijas rebeldes, los pretendientes granujas y todos persiguen quedarse con los bienes del señor Bonafede colmándolo de males.

El tenor Osvaldo Peroni, con excelentes recursos y soltura vocal dio vida al pícaro astrónomo; el barítono Hernán Iturralde buscó con habilidad pasear por la amplitud de su versátil registro vocal para no olvidar ninguna cuerda emocional encarnando al ingenuo Bonafede. La soprano norteamericana Jeanette Vercchione (lírico/ligera) abordó el rol de Flaminia, la hija mayor. La voz de Vercchione pasea con naturalidad su cálido registro y por momentos, en la altura, queda timbrando como si el aire se hubiese detenido: belleza, impostación magistral, apoyatura perfecta. Vercchione debutará en esta temporada en París y en la Scala de Milán en el rol de Olympia de "Contes d'Hoffmann" de Offembach. Como la otra hija de Bonafede, se destacó la soprano María Savastano también dueña de un sólido registro que supo utilizar con solvencia y éxito, no es casual que la ovacionaran al final. Una mezzosoprano santafesina, Rocío Arbizu, brilló, destelló tanto en el canto como en la actuación asumiendo el rol de la criada (Lisetta) con esos destacados tonos grises de las notas bajas y la habilidosa capacidad para hacer escalas y trémolos como si respirara.

La compañía Buenos Aires Lírica nos dio la oportunidad de disfrutar con verdadero placer estas tres horas de "Il mondo della Luna", la obertura, la orquesta dirigida por Rodolfo Fischer, el desarrollo de la trama y la alegrís de sentirnos vivos cuando Haydn nos recuerda que la perfección existe y se llama simplemente "música".

Alejandro Bovino Maciel
Buenos Aires, julio 2011.
"Il mondo della Luna" de Haydn
Teatro Avenida

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