*****
Juliana: No me vuelvas con ese tema, por favor, Facundo.
Facundo: Sé que no te gusta, pero necesito decirte que..
Juliana: ¡Pero no me gusta! ¿No te parece que esas cortinas quedarían mejor con unas borlas doradas? Me encanta el dorado, le da jerarquía a cualquier rincón.
Facundo: No sé (absorto) hacé lo que quieras.
Juliana: La armonía. Simple, pero complejo.
Facundo: (Que está pensando en otra cosa) ¿Qué decías?
Juliana: Cada cosa en su sitio exacto. Sin más pero tampoco sin menos.
Facundo: ¿Cómo?
Juliana: La armonía, es decir la belleza.
Facundo: Mamá, te estaba comentando algo grave, no me salgas con pelotudeces... (Muy tenso, como si algo grave lo afectara)
Juliana: Que tu padre es jugador ya sabía, que estamos endeudados, ya sabíamos, que en el ministerio lo quieren despedir ya sabíamos, ¿qué novedad creés que me trajiste?
Facundo: Los negocios van mal, estamos casi al borde de la quiebra.
Juliana: Iremos a la quiebra, ¿y qué más da? (hojea una revista de decoración) Seguimos en el mismo rumbo.
Facundo: ¿Me hablás en serio?
Juliana: Hijo, tranquilizáte. La vida de tu padre es una montaña rusa, hoy está arriba, allá en la cima, mañana abajo, allá en el pozo pero siempre hay algo más. Siempre se repone, estos vaivenes pasan, ¿sabés cuántos viví en todos los años que estamos juntos? Uff, éste debe ser el sexto.
Facundo: Es distinto esto
Juliana: ¿En qué? Papá tiene fortaleza…
Facundo: ¿No te importa papá?
Juliana: Sí, la que no le importa a papá soy yo. (Como si el tema la peturbara) Mañana viene el arquitecto a traer el presupuesto para la pileta. Papá quedará encantado. Tiene lumbres en las esquinas, una línea de luces led de color malva. Me encanta.
Facundo: Mamá, no te entiendo... estamos casi hundidos
Juliana: Yo tampoco te entiendo muchas cosas y sin embargo...(Sigue con la revista)
Facundo: Papá está muy angustiado
Juliana: Ya se le pasará, una noche de casino y se le van todos los males. Hice poner grandes jarrones de terracota india a la entrada del patio. ¿Qué flora te parece que iría bien en esos búcaros?
Facundo: No sé, poné lo que quieras.
Juliana: ¡Hortensias...! Me encantan las hortensias de color celeste.
Facundo: (Abstraído) ¿Qué decís?
Juliana: Un arreglo de hortensias y bambúes... quedará maravilloso, ya vas a ver. Tendremos el mejor patio con la mejor pileta de todo el vecindario. Vi en el Facebook la foto del jardín de Estela. Mal gusto por donde se mire... (Va y se sirve un vaso de whisky)
Facundo: Si hubiera un modo de...
Juliana: (Sigue con el tema de Estela) Allá piedras, acá deks en tono algarrobo, más allá puso césped sintético, cisnes de plástico, enanos de jardín. Un horror de kitsh. No entrarías. Vos con tu delicadeza, (ríe forzadamente) te morirías en la puerta.
Facundo: Mamá, no te entiendo.
Juliana: Yo tampoco entiendo a un hijo que se encierra con el 'dilecto' amigo a dormir una siesta pero no digo nada, ¡shhhh! (Hace señas con el índice como dicendo “silencio”) esas cosas, mejor no ventilar (lo dice casi susurrando).
Facundo: ¿Estás diciendo que entre Joaquín y yo?
Juliana: No digo nada, ssshhh. Mamá está calladita. ¿Te hace feliz?
Facundo: ¿Qué cosa? ¿De qué me hablás?
Juliana: Ahora el que no quiere hablar sos vos. (Se sirve más wisky) ¿Si Joaquín te hace feliz?
Facundo: Es una confusión. No tengo nada con Joaquín, somos amigos.
Juliana: Amigos que duermen juntos... y desnudos.(Lo dice suavemente para evitar confrontar) Los vi sin querer la otra noche, cuando bajé a tomar algo.
Facundo: Yo, es decir, Joaquín... (Reacciona) ¿qué tiene que ver todo esto con la situación familiar? Papá me transfirió la empresa. La empresa va mal, el cargo que papá tiene como ministro nos perjudicó enormemente, mal. Nadie confía en una empresa apañada por el gobierno. Nadie confía en el gobierno.
Juliana: ¿Y cómo ganó las elecciones?
Facundo: Una cosa es el país y otra, las empresas.
Juliana: Ah, no sé hijo, yo no me meto en política, no quiero ensuciarme las manos, prefiero trabajar en el jardín con la greda y el barro, que ensucian menos.
Facundo: Genial, si todos pensásemos como vos...
Juliana: La política es una mugre (Nerviosamente se sirve otro poco)
Facundo: Perfecto, entrá y limpiála entonces (Ácremente).
Juliana: Límpienla ustedes, que ya están adentro (Furiosa ya)
Facundo: Mirá mamá, nunca creí que debería explicarte algo muy simple. ¿Creés que es fácil hacer gobierno? ¿Creés que todas son glorias y aplausos? Es muy cómodo sentarse en el sofá y decir “yo no tengo nada que ver” lavándose las manos. Es cobarde esa actitud.
Juliana: Puedo ser cobarde, pero no molesto. Déjenme vivir la belleza de la vida manteniéndome lejos de sus porquerías, (acremente) bastante tengo con tener que soportar comentarios en voz baja en el club.
Facundo: Está bien. Perdón por querer compartir mis preocupaciones con mi madre.
Juliana: No quiero saber de problemas.
Facundo: ¡Qué poco te intereso, mamá!
Juliana: (Se le acerca) Yo no espero nada de la familia, te puedo jurar que di lo mejor de mí a vos y tu hermana, ¿es poco? No tengo más. Hace tiempo me acostumbré a no esperar nada.
Facundo: Yo intento acercarme pero…
Juliana: (Lo aparta) De nadie. No espero nada de nadie.
Facundo: Te interesa más la casa
Juliana: La casa es un pretexto bonito para seguir viviendo este juego, costará algunos pesos pero si no los gasto yo en este espacio que compartimos todos, papá los liquida en el casino (Vuelve a servirse la bebida)
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Juliana: No me vuelvas con ese tema, por favor, Facundo.
Facundo: Sé que no te gusta, pero necesito decirte que..
Juliana: ¡Pero no me gusta! ¿No te parece que esas cortinas quedarían mejor con unas borlas doradas? Me encanta el dorado, le da jerarquía a cualquier rincón.
Facundo: No sé (absorto) hacé lo que quieras.
Juliana: La armonía. Simple, pero complejo.
Facundo: (Que está pensando en otra cosa) ¿Qué decías?
Juliana: Cada cosa en su sitio exacto. Sin más pero tampoco sin menos.
Facundo: ¿Cómo?
Juliana: La armonía, es decir la belleza.
Facundo: Mamá, te estaba comentando algo grave, no me salgas con pelotudeces... (Muy tenso, como si algo grave lo afectara)
Juliana: Que tu padre es jugador ya sabía, que estamos endeudados, ya sabíamos, que en el ministerio lo quieren despedir ya sabíamos, ¿qué novedad creés que me trajiste?
Facundo: Los negocios van mal, estamos casi al borde de la quiebra.
Juliana: Iremos a la quiebra, ¿y qué más da? (hojea una revista de decoración) Seguimos en el mismo rumbo.
Facundo: ¿Me hablás en serio?
Juliana: Hijo, tranquilizáte. La vida de tu padre es una montaña rusa, hoy está arriba, allá en la cima, mañana abajo, allá en el pozo pero siempre hay algo más. Siempre se repone, estos vaivenes pasan, ¿sabés cuántos viví en todos los años que estamos juntos? Uff, éste debe ser el sexto.
Facundo: Es distinto esto
Juliana: ¿En qué? Papá tiene fortaleza…
Facundo: ¿No te importa papá?
Juliana: Sí, la que no le importa a papá soy yo. (Como si el tema la peturbara) Mañana viene el arquitecto a traer el presupuesto para la pileta. Papá quedará encantado. Tiene lumbres en las esquinas, una línea de luces led de color malva. Me encanta.
Facundo: Mamá, no te entiendo... estamos casi hundidos
Juliana: Yo tampoco te entiendo muchas cosas y sin embargo...(Sigue con la revista)
Facundo: Papá está muy angustiado
Juliana: Ya se le pasará, una noche de casino y se le van todos los males. Hice poner grandes jarrones de terracota india a la entrada del patio. ¿Qué flora te parece que iría bien en esos búcaros?
Facundo: No sé, poné lo que quieras.
Juliana: ¡Hortensias...! Me encantan las hortensias de color celeste.
Facundo: (Abstraído) ¿Qué decís?
Juliana: Un arreglo de hortensias y bambúes... quedará maravilloso, ya vas a ver. Tendremos el mejor patio con la mejor pileta de todo el vecindario. Vi en el Facebook la foto del jardín de Estela. Mal gusto por donde se mire... (Va y se sirve un vaso de whisky)
Facundo: Si hubiera un modo de...
Juliana: (Sigue con el tema de Estela) Allá piedras, acá deks en tono algarrobo, más allá puso césped sintético, cisnes de plástico, enanos de jardín. Un horror de kitsh. No entrarías. Vos con tu delicadeza, (ríe forzadamente) te morirías en la puerta.
Facundo: Mamá, no te entiendo.
Juliana: Yo tampoco entiendo a un hijo que se encierra con el 'dilecto' amigo a dormir una siesta pero no digo nada, ¡shhhh! (Hace señas con el índice como dicendo “silencio”) esas cosas, mejor no ventilar (lo dice casi susurrando).
Facundo: ¿Estás diciendo que entre Joaquín y yo?
Juliana: No digo nada, ssshhh. Mamá está calladita. ¿Te hace feliz?
Facundo: ¿Qué cosa? ¿De qué me hablás?
Juliana: Ahora el que no quiere hablar sos vos. (Se sirve más wisky) ¿Si Joaquín te hace feliz?
Facundo: Es una confusión. No tengo nada con Joaquín, somos amigos.
Juliana: Amigos que duermen juntos... y desnudos.(Lo dice suavemente para evitar confrontar) Los vi sin querer la otra noche, cuando bajé a tomar algo.
Facundo: Yo, es decir, Joaquín... (Reacciona) ¿qué tiene que ver todo esto con la situación familiar? Papá me transfirió la empresa. La empresa va mal, el cargo que papá tiene como ministro nos perjudicó enormemente, mal. Nadie confía en una empresa apañada por el gobierno. Nadie confía en el gobierno.
Juliana: ¿Y cómo ganó las elecciones?
Facundo: Una cosa es el país y otra, las empresas.
Juliana: Ah, no sé hijo, yo no me meto en política, no quiero ensuciarme las manos, prefiero trabajar en el jardín con la greda y el barro, que ensucian menos.
Facundo: Genial, si todos pensásemos como vos...
Juliana: La política es una mugre (Nerviosamente se sirve otro poco)
Facundo: Perfecto, entrá y limpiála entonces (Ácremente).
Juliana: Límpienla ustedes, que ya están adentro (Furiosa ya)
Facundo: Mirá mamá, nunca creí que debería explicarte algo muy simple. ¿Creés que es fácil hacer gobierno? ¿Creés que todas son glorias y aplausos? Es muy cómodo sentarse en el sofá y decir “yo no tengo nada que ver” lavándose las manos. Es cobarde esa actitud.
Juliana: Puedo ser cobarde, pero no molesto. Déjenme vivir la belleza de la vida manteniéndome lejos de sus porquerías, (acremente) bastante tengo con tener que soportar comentarios en voz baja en el club.
Facundo: Está bien. Perdón por querer compartir mis preocupaciones con mi madre.
Juliana: No quiero saber de problemas.
Facundo: ¡Qué poco te intereso, mamá!
Juliana: (Se le acerca) Yo no espero nada de la familia, te puedo jurar que di lo mejor de mí a vos y tu hermana, ¿es poco? No tengo más. Hace tiempo me acostumbré a no esperar nada.
Facundo: Yo intento acercarme pero…
Juliana: (Lo aparta) De nadie. No espero nada de nadie.
Facundo: Te interesa más la casa
Juliana: La casa es un pretexto bonito para seguir viviendo este juego, costará algunos pesos pero si no los gasto yo en este espacio que compartimos todos, papá los liquida en el casino (Vuelve a servirse la bebida)
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